Limitaciones para una aplicación exitosa del modelo M-Pesa en América Latina
M -Pesa cesó sus operaciones en Sudáfrica el 30 de junio de 2016, arrojando luz sobre un debate en curso: ¿el desafío de repetir el éxito del modelo M-Pesa (en inglés) en otros lugares del mundo guarda relación con la implementación y la gestión, o está más relacionado con el contexto y la estructura del mercado? El hecho de que la misma empresa matriz no ha sido capaz de reproducir su éxito en Sudáfrica parece apoyar esta última hipótesis.
En América Latina y el Caribe (ALC) hemos lidiado con este dilema durante mucho tiempo y las pruebas también apuntan al contexto. Las innovaciones que M-Pesa introdujo en África Oriental ya habían llegado a la mayoría de los mercados del ALC a través de otros actores, y me temo que este también sea el caso de Sudáfrica.
Desprovistas de varios posibles calificativos (digitales, sin sucursales, móviles, etc.), las dos innovaciones fundamentales de M-Pesa han sido la proximidad y la simplicidad. Los clientes adoptaron masivamente la capacidad de acceder a los servicios financieros cerca de casa y sin obstáculos burocráticos. Esto tuvo una enorme acogida y produjo un impacto fantástico en términos de inclusión financiera.
La proximidad y la simplicidad fueron posibles gracias al despliegue de amplias redes de agentes y a la simplificación de los procedimientos para la apertura de cuentas (si la regulación permitió o demoró estas innovaciones, es tema para otro debate). En el nivel más básico, la proximidad y la simplicidad se consiguieron mediante plataformas de comunicaciones de bajo costo que permitían, a nodos dispersos en una red, efectuar transacciones en forma instantánea.
No obstante, hasta ahora estas innovaciones, ya sea en conjunto o en forma individual, solo han transformado radicalmente dos tipos (en inglés) de servicios financieros: el pago de facturas (incluida la recarga de tiempo de antena) y el envío de dinero de persona a persona dentro de un país. Según GSMA (en inglés), a nivel mundial estos tipos de transacciones de proveedores similares a M-Pesa representaron el 96% del volumen y el 87% del valor, registrados en 2015.
Evidentemente, todos esperamos que los proveedores similares a M-Pesa se conviertan en la plataforma para ofrecer una cartera más amplia de servicios financieros inclusivos, como el ahorro y el crédito, como es el caso, por ejemplo, de M-Shwari (en inglés) en Kenya. Sin embargo, esos servicios financieros de segunda generación (en inglés) se encuentran en las primeras etapas de desarrollo y aún no se han extendido a nivel mundial.
En una trayectoria diferente, en ALC la proximidad y la simplicidad se lograron con varios modelos de negocios, además del modelo M-Pesa: por ejemplo, a través de servicios postales y loterías. Algunos de esos proveedores generaron proximidad y simplicidad en gran escala en su calidad de nuevos participantes que irrumpieron en la cadena de valor de los servicios financieros, y otros lo hicieron a través de un proceso de crecimiento orgánico desde una posición ya consolidada.
Tal diversidad de actores que ofrecen proximidad y simplicidad constituye una explicación potente de las limitaciones para repetir el éxito de M-Pesa en otros mercados y regiones. Si bien el modelo M-Pesa resultó exitoso en algunos mercados de ALC como Paraguay, Honduras o El Salvador, este no puedo prosperar en los mercados donde su propuesta de valor no superaba a la que ya existía en esos ámbitos, es decir, donde otros modelos de negocios ya ofrecían proximidad y simplicidad en gran escala (véase también este artículo (en inglés) del CGAP sobre tipos de mercados).
Panorma de los proveedores en ALC
Si damos un vistazo al panorama de proveedores de servicios de pago de facturas y de envío de dinero de persona a persona en ALC, podemos hacernos una idea de la escala en que estas innovaciones fueron adoptadas en la región y de la aceptación que tienen en mercados donde la inclusión financiera es baja, a pesar de que a veces no están reflejadas en los indicadores básicos de inclusión financiera porque algunos proveedores no ofrecen cuentas y operan over the counter (OTC), es decir, en forma directa.
En el cuadro siguiente están representados cinco mercados de ALC que abarcan dos tercios de la población de esa región, y se muestran los proveedores en gran escala de servicios de pago de facturas (sin incluir la recarga de tiempo de antena) y de transferencia de dinero de persona a persona en cada uno de dichos mercados (“en gran escala” se refiere a proveedores con más de 1.000 puntos de acceso y más de un millón de transacciones mensuales en estas dos categorías de servicios).
Proveedores en gran escala de servicios de pago de facturas o de envío de dinero de persona a persona en cinco mercados de ALC; datos más recientes correspondientes a 2015.
País |
Proveedor |
Tipo |
Argentina |
Cobro Express |
Agregador |
Argentina |
Pago Fácil |
Agregador |
Argentina |
Rapipago |
Agregador |
Brasil |
Banco do Brasil |
Banco |
Brasil |
Banco do Estado RS |
Banco |
Brasil |
Banco Santander |
Banco |
Brasil |
Bradesco |
Banco |
Brasil |
Caixa Econômica Federal |
Banco |
Brasil |
HSBC |
Banco |
Brasil |
Itaú Unibanco |
Banco |
Brasil |
Tribanco |
Banco |
Colombia |
Banco AV Villas-DDDedo |
Banco /Agregador |
Colombia |
Banco Davivienda-Puntored |
Banco /Agregador |
Colombia |
Banco de Bogotá |
Banco |
Colombia |
Bancolombia |
Banco |
Colombia |
BBVA |
Banco |
Colombia |
Efecty |
Agregador /Servicios postales |
Colombia |
Movilred |
Agregador |
Colombia |
ViaBaloto |
Agregador /Lotería |
México |
7-eleven |
Comercio |
México |
BanCoppel |
Banco/Comercio |
México |
Compartamos/Yastas |
Banco/Microfinanzas |
México |
Oxxo |
Comercio |
México |
Telecomm |
Agregador /Servicios postales |
Mexico |
Wal-Mart |
Comercio |
Paraguay |
Tigo Money |
Operador de red móvil |
Fuente: Mis propias estimaciones a partir de la información pública más reciente correspondiente a 2015.
En primer lugar, en el cuadro se observa la diversidad de modelos de negocios que existen en la región. Operadores de redes móviles, bancos, servicios postales, cadenas de tiendas, agregadores que trabajan con pequeños comerciantes: todos ellos se han convertido en proveedores de estos novedosos servicios financieros en diferentes entornos.
Brasil es un ejemplo de cómo los bancos pueden ofrecer proximidad y simplicidad a través de su crecimiento orgánico; en ese país las primeras regulaciones relativas a los corresponsales bancarios se emitieron en 1966 y 1973. En cambio, estas innovaciones fueron introducidas en el mercado paraguayo en 2008 por Tigo Money, una nueva empresa de telecomunicaciones semejante a M-Pesa.
La escala de la infraestructura financiera desplegada por estos proveedores también es comparable a la de M-Pesa. Solo por mencionar dos países, Colombia posee alrededor de 50.000 corresponsales bancarios que abarcan el 100% de los municipios (véase este artículo, en inglés, reciente de CGAP), mientras que en Brasil la cobertura también alcanza el 100 % de los municipios, con casi 300.000 corresponsales, de los cuales la mitad procesan pagos de facturas, y depósitos y retiros de efectivo (en Brasil la mayoría de los corresponsales administran productos crediticios; véase en inglés aquí).
Los volúmenes de transacciones también son comparables a los de M-Pesa. Por ejemplo, en 2015, en las más de 14.000 tiendas de Oxxo en México se procesaron alrededor de 85 millones de transacciones financieras al mes, incluidas las realizadas con su propia tarjeta Saldazo (de depósito y retiro de dinero), así como pagos de facturas, incluidas las recargas de tiempo de antena. Oxxo es también la principal red de corresponsales bancarios del país.
La variedad de proveedores de servicios financieros inclusivos en ALC plantea el interrogante acerca del futuro de la inclusión financiera. ¿Cuán preparados están estos proveedores, distintos de M-Pesa, para ofrecer una cartera más amplia de servicios financieros de calidad y a precios razonables (más allá del pago de facturas y de los envíos de dinero de persona a persona) a quienes están financieramente excluidos?
¿Las transacciones OTC van en detrimento de la prestación de otros servicios financieros, como seguros o ahorro? ¿El crédito ofrecido por las cadenas de tiendas que ya funcionan como corresponsales bancarios o como bancos constituye una herramienta de empoderamiento para los segmentos de ingresos más bajos de la población? ¿Estas amplias redes de agentes financieros son una plataforma que contribuirá a aumentar la eficiencia de los pagos en toda la cadena de valor, incluidos los servicios de pago para comerciantes?
Estas son algunas de las interrogantes que nos planteamos en CGAP, y que no solo son pertinentes para América Latina, sino también para otras regiones del mundo, como Asia meridional, e incluso para algunos países de África, como Sudáfrica.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el blog de CGAP.
Para aprender más sobre redes de agentes, explore este tema aquí.
(*) Pablo García Arabéhéty es Representante Regional para América Latina y el Caribe de CGAP.
Nota: En beneficio de la brevedad, no he incluido en el cuadro algunos mercados que cuentan con proveedores importantes en términos de escala, como el Banco de Crédito del Perú y BancoEstado de Chile, ni a países como Honduras y El Salvador, donde Tigo Money también está prosperando. En la sección de comentarios les ruego indicar otros proveedores en gran escala que no debí haber excluido.