¿Impulsa el microcrédito el crecimiento del empleo? Esto es lo que demuestra la evidencia

En la próxima década, más de mil millones de jóvenes alcanzarán la edad laboral en las economías en desarrollo. Con las tendencias actuales, alrededor del 40% de estos jóvenes, en su mayoría mujeres, no encontrarán un empleo. Es por esto que no sorprende que el Banco Mundial y otros actores globales hayan identificado la creación de empleo como una de las necesidades más urgentes de las economías en desarrollo. El empleo impulsa el crecimiento económico y es un factor clave en la reducción de la pobreza. Además, proporciona dignidad a nivel individual, y promueve cohesión y estabilidad a nivel social.
Las grandes empresas son reconocidas como motores esenciales del crecimiento económico y la creación de empleo. Sin embargo, en muchos países en desarrollo, especialmente en África, el crecimiento de las grandes empresas ha sido lento. En 2018, McKinsey estimó que había 345 grandes empresas en África con ingresos superiores a US$ 1.000 millones, en comparación con 1.500 en China, pese a que China tiene una población menor. Excluyendo Sudáfrica, África tiene solo el 60% de las grandes empresas que se esperaría según el tamaño de sus economías. Mientras tanto, las micro y pequeñas empresas (MYPES) -definidas generalmente como aquellas con menos de 50 empleados- siguen siendo el principal motor de creación de empleo en la mayoría de los países en desarrollo. Según la OIT, en la mayor parte de África Oriental, Central y Occidental, así como en el sur de Asia, más del 90% de los empleos provienen de las MYPES. Sin embargo, una gran proporción de estos trabajos son informales -hasta el 80% en algunos países- con personas que trabajan sin un contrato formal, ya sea para otros, a menudo familiares, o por cuenta propia.
Este escenario no es el ideal por varias razones, entre ellas la falta de seguridad laboral y redes de protección social. Sin embargo, a mediano plazo, las MYPES, incluidas las empresas unipersonales, seguirán siendo una fuente esencial de sustento. Aunque tienen una mayor tasa de fracaso en comparación con las grandes empresas, su facilidad de creación permite que nuevas surjan constantemente, manteniendo una dinámica continua de generación de empleo.
El rol de los servicios financieros en las MYPES
Los servicios financieros desempeñan un papel crucial en las empresas, tanto formales como informales. Las MYPES necesitan crédito y otros servicios financieros, como seguros, para lanzarse, asumir riesgos, crecer y formalizarse. En tiempos difíciles, estos servicios ayudan a las empresas a mantenerse resilientes y a proteger los empleos que generan.
Pero, ¿qué nos dice la investigación sobre la capacidad del crédito para impulsar la creación de empleo en las MYPES de las economías en desarrollo? ¿Y cuáles son los factores que fortalecen o debilitan este impacto?
Lo que estamos aprendiendo del Impact Pathfinder
El Impact Pathfinder, una plataforma interactiva creada por CGAP, sintetiza más de 600 estudios sobre el impacto de los servicios financieros para hacer que los hallazgos sean más accesibles y aplicables.
Si bien el Pathfinder se centra principalmente en los resultados del uso de servicios financieros, también pone en evidencia los desafíos persistentes de inclusión, especialmente en lo que respecta al acceso al crédito. La evidencia muestra que las MYPES aún enfrentan barreras significativas para acceder y utilizar el crédito, como la falta de garantías y la insuficiencia de historial financiero. Estas barreras son aún mayores para las empresas lideradas por mujeres.
Para las MYPES que logran acceder al crédito, el Pathfinder analiza su impacto en el empleo desde dos perspectivas clave: (i) La capacidad del crédito para permitir la creación de nuevos empleos; (ii) El papel del crédito en la resiliencia de las MYPES, ayudándolas a proteger los empleos existentes en momentos de crisis.
Además, el Pathfinder sintetiza evidencia sobre la contribución de los pagos digitales en la generación de empleo, aunque estos hallazgos se compartirán en un próximo blog de CGAP.
Desbloqueando oportunidades: El rol del crédito digital
El crecimiento acelerado del crédito digital, impulsado por fintechs y a menudo distribuido a través de teléfonos inteligentes, ha sido una de las principales respuestas del sector a los desafíos de acceso al crédito para las MYPES.
El crédito digital beneficia a nuevas empresas que no pueden acceder a crédito tradicional, gracias a requisitos más flexibles y procesos de aprobación más rápidos. Estudios cuasi-experimentales analizados por el Pathfinder muestran que un aumento en la oferta de crédito digital se correlaciona con un mayor número de micro y pequeñas empresas, lo que a su vez genera más empleos, aunque muchos sean negocios unipersonales.
Para las MYPES establecidas, la evidencia es mixta. Por un lado, el crédito digital puede mejorar significativamente el desempeño empresarial, permitiendo inversión en capital de trabajo e impulsando mejoras en procesos y productos. En algunos casos, estas mejoras han promovido el crecimiento de las MYPES y la creación de empleo. Por ejemplo, estudios en América Latina y el sudeste asiático muestran que hasta el 20% de las empresas aumentan su número de empleados tras acceder al crédito digital.
Sin embargo, el impacto del crédito digital en la creación de empleo no es uniforme. Una revisión sistemática encontró que los efectos positivos en el empleo son mayores en empresas que ya cuentan con varios empleados. Para lograr un crecimiento transformador, muchas empresas suelen necesitar innovaciones transformadoras, como la adopción de tecnologías agrícolas en zonas rurales, que requieren financiamiento de mayor tamaño y plazo. Actualmente, el crédito digital no ofrece este tipo de financiamiento, y los prestamistas tradicionales son reacios a otorgarlo a MYPES, especialmente a las más pequeñas, por considerarlas de alto riesgo. Como resultado, muchas de estas empresas quedan atrapadas en una trampa de bajo crecimiento.
A pesar de este panorama heterogéneo, el Pathfinder encontró que el crédito puede contribuir al empoderamiento económico de las mujeres y que existen sendas positivas para el crecimiento empresarial. La evidencia muestra que cuando el crédito, ya sea digital o tradicional, se combina con capacitación en gestión financiera y empresarial, puede ayudar a las mujeres a expandir sus negocios, al aumentar sus activos y expandir su fuerza laboral. Además, las oportunidades de networking y participación comunitaria también son factores clave para su éxito.
Apoyo a la resiliencia de las MYPES
Mientras que el crecimiento de las MYPES impulsa la creación de empleo, su resiliencia -es decir, la capacidad para mantener los empleos y medios de vida en tiempos de crisis- es igualmente importante.
El Pathfinder muestra que el crédito juega un papel clave en la resiliencia de las MYPES, permitiéndoles prepararse para crisis y resistir shocks. Por ejemplo, un RCT ampliamente citado en México encontró que los prestatarios tenían un 20% menos de probabilidad de vender activos para pagar sus deudas en comparación con quienes no recibieron crédito.
Sin embargo, aún hay brechas en la evidencia, especialmente en lo que respecta al papel del crédito en la recuperación después de una crisis. La mayoría de las investigaciones se enfocan en la falta de crédito tras un shock, en lugar de los efectos en quienes logran acceder a él.
La continua relevancia de las MYPES en la agenda del empleo
Dado el lento progreso en la expansión del sector empresarial en muchas economías en desarrollo, especialmente en África subsahariana, las MYPES seguirán siendo la principal fuente de empleo en los próximos años.
El crédito es fundamental para estas empresas, pero la oferta actual no siempre responde a sus necesidades. Aunque las MYPES tienen mayor acceso al crédito digital que al tradicional, este suele ser insuficiente en monto y plazo para sostener un crecimiento ambicioso.
En conclusión, el Impact Pathfinder subraya la importancia del crédito en la creación y preservación de empleo, pero también resalta la necesidad de adaptar los productos financieros a las necesidades de las MYPES para que puedan contribuir de manera más efectiva a los desafíos del empleo.