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El 54% de los microempresarios que atiende la Fundación Microfinanzas BBVA en Colombia dejan de ser pobres en el tercer año

La Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), que opera en Colombia a través de Bancamía, ha presentado en la sede de BBVA Colombia en Bogotá su Informe de Desempeño Social, que refleja el progreso de los dos millones de personas a las que atiende en cinco países de América Latina, de las cuales casi el 50% son de Bancamía.

La directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de la Fundación, Stephanie G. Van Gool, presentó los principales datos de desempeño social de la entidad en Colombia. Según ha dicho, el 44% de los casi 400.000 clientes de crédito vive en el entorno rural, donde el acceso a los servicios financieros y a servicios básicos es limitado. Del total de estos microempresarios, el 79% están en condición de vulnerabilidad desde el punto de vista de los excedentes del negocio, lo que muestra que estamos llegando a las personas que más necesitan un producto o servicio financiero y se encontraban, muchos de ellos, excluidos”.

El Informe mostró una caracterización de los clientes de Bancamía en la que se destaca que, del total de clientes de crédito, el 54% son mujeres, el 44% viven en entornos rurales y el 54%, a lo sumo, tienen educación primaria. Asimismo, Stphanie G. Van Gool destacó: “el comportamiento de los negocios de nuestros microempresarios va en avance y lo evidencia el hecho de que encontramos que sus ventas tienen un crecimiento interanual del 14%, sus excedentes del 15% y sus activos del 25%”.  

Así es como en la medición de impacto social, la Fundación logró evidenciar que el buen desempeño de los negocios de los emprendedores atendidos, permite que después de los dos primeros años de relación con Bancamía, el 54% de los clientes en situación de pobreza logren superarla.

Bancamía lleva la sostenibilidad al campo colombiano para preservar el planeta

La Fundación y Bancamía han trabajado en el fortalecimiento de su compromiso con la agricultura sostenible, imprescindible para cuidar el planeta y acabar con el hambre, que es Objetivo de Desarrollo Sostenible número 2. Bancamía ofrece Crediverde, un producto para pequeños agricultores que incluye acceso a crédito y acompañamiento, como parte del proyecto Microfinanzas para la Adaptación basada en Ecosistemas (MEbA), impulsado por ONU Medio Ambiente y el ministerio alemán de Medio Ambiente.

“Crediverde nace de nuestra adhesión a MEbA, para prestar el apoyo económico y técnico que necesitan los agricultores en pro de ser más resilientes y adoptar prácticas de cultivo más sostenibles. Para ello hemos trabajado en tres regiones del país: Ubaté (Cundinamarca), Chaparral (Tolima) y Planeta Rica (Córdoba), donde ya estamos financiando a más de 300 productores agropecuarios quienes están aplicando medidas de adaptación al cambio climático en sus fincas”, ha asegurado el presidente ejecutivo de Bancamía, Miguel Ángel Charria.

En el encuentro estuvo Jesús Moreno, uno de los productores, que gracias a esta iniciativa, ha descubierto los beneficios de la agricultura sostenible: ahora tiene un invernadero, un huerto casero y utiliza la lombricultura (una biotecnología que usa un tipo de lombriz para reciclar material orgánico). Vende una parte de lo que produce a sus vecinos y guarda otra para su familia.

“El planeta necesita estas medidas. Estamos contribuyendo al medio ambiente, aunque sea en pequeñas dimensiones. Recibimos asesoramiento técnico para sacar lo mejor de nuestros cultivos y conseguir así que nuestro proyecto salga adelante”, ha contado Jesús durante la presentación. Según ha dicho, además del dinero que ha necesitado para implantar medidas de adaptación al cambio climático, Bancamía lo ha asesorado sobre técnicas de riego y cómo evitar el uso de productos químicos.

Por su parte, Rodrigo Suárez, consultor de ONU Medio Ambiente, ha asegurado durante su intervención: “MEbA busca llegar a las poblaciones vulnerables en zonas rurales para que, a través de instituciones microfinancieras, tengan acceso a productos y servicios financieros que les permitan invertir en actividades relacionadas con la sostenibilidad de los ecosistemas, mejorando sus ingresos y su capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático”.