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Semillas para un futuro sostenible

La Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) ha celebrado el acto “Semillas para un futuro sostenible”, donde productores de cacao han sido los grandes protagonistas. El chocolate es el dulce favorito de los españoles, -de media consumen más de 5 kilos al año -, y genera desarrollo económico y social en Latinoamérica.

La Reina ha destacado el apoyo de la fundación a estos y a otros pequeños emprendedores en la región: “3 millones de personas en situación de vulnerabilidad, que progresan y que consiguen formarse y que sus hijos e hijas tengan la oportunidad de estudiar gracias a los microcréditos de la Fundación Microfinanzas BBVA. No olvidemos que según Naciones Unidas las mipymes generan el 70% del empleo global”. Un mensaje con el que ha puesto en valor las historias que laten detrás de este fruto milenario. Testimonios como los de Marlon, Constantino y Ana, cacaoteros de Colombia, Panamá y República Dominicana atendidos por las entidades de la FMBBVA, que han intervenido en el coloquio.

Cacao: semilla de transformación

La producción de cacao en sus países emplea directamente a más de 200.000 personas, empodera a las mujeres y ofrece oportunidades para el progreso educativo de las familias cacaoteras. “Mi madre siempre decía que el chocolate era más que un dulce, era una oportunidad”, ha contado Marlon Ferreira, que a sus 29 años es el fundador de Maluwa Chocolate Company, una empresa premiada internacionalmente y cuyas tabletas de chocolate se venden en Colombia y Estados Unidos. Un éxito que no habría sido posible sin el cacao que compra a agricultores colombianos que, en muchos casos, han sustituido sus plantaciones de hoja de coca por el que llaman el “fruto de la paz”. Este cambio ha mejorado la economía local y está permitiendo construir un futuro más estable en el país.

En Panamá, “el cacao es más que un cultivo: es una forma de vida que se ha transmitido de padres a hijos”, ha contado Constantino Blandford, que pertenece a la etnia Ngäbe Buglé, que utiliza técnicas ancestrales para producir cacao orgánico, lo que contribuye a preservar la biodiversidad y cuidar el medioambiente.

De familia cacaotera procede también la dominicana Ana Rodríguez que lidera Las Productivas, una cooperativa creada tras el paso del huracán George en 1998: “Nos unimos para sobrevivir, pero con los años nos dimos cuenta de que podíamos hacer mucho más”, ha explicado. Hoy, hacen bombones y mermeladas de cacao e impulsan y facilitan la participación de mujeres jóvenes en la industria. Sus productos se comercializan en tiendas locales, supermercados y en restaurantes de alta cocina, como los de la Chef Tita, lo que demuestra que el cacao es una herramienta de empoderamiento femenino y una oportunidad de empleo para jóvenes rurales. República Dominicana es  líder en la producción y exportación de cacao orgánico, produce un 60% de la exportación mundial, según datos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Las mipymes, esenciales para el desarrollo

Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) como las de estos emprendedores son pilares esenciales de la economía global. Representan el 90% de las empresas, generan el 70% del empleo mundial y aportan el 50% del PIB, según Naciones Unidas. En América Latina, donde las mipymes constituyen el 99% del tejido empresarial, su papel es clave para combatir la pobreza y la desigualdad. En este sentido, Javier M. Flores, director general de la FMBBVA, ha señalado que la labor de los pequeños emprendedores “es  una semilla para el cambio económico y social porque cuando las pequeñas empresas prosperan, sus entornos también lo hacen y con ellos, la sociedad en su conjunto”.

Y aunque el trabajo de los emprendedores reduce la pobreza y la desigualdad en muchas regiones del mundo, se enfrentan a grandes desafíos, entre los que el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha destacado el acceso a la financiación, la brecha digital y la adaptación al cambio climático. Torres Vila ha puesto varios ejemplos de cómo está trabajando la FMBBVA para ayudarlos a mitigar el impacto del calentamiento global sobre sus negocios: “En esta labor, nos inspiran su voluntad, su determinación de llegar más lejos y su ejemplo de sacrificio, fortaleza y capacidad de salir adelante”, ha señalado.

El acto ha acabado con la intervención del repostero catalán Jordi Roca, copropietario del Restaurante El Celler de Can Roca, que ya visitó a cacaoteros de la FMBBVA, ha anunciado que repetirá y viajará próximamente a la plantación de Constantino para conocer el cacao que produce y utilizarlo en su obrador, Casa Cacao: “El cacao no solo tiene un sabor extraordinario; es una historia viva que conecta a comunidades enteras con el mundo”.