Escalamiento y tecnologías: Resultados de un programa piloto de educación financiera para mujeres
La rápida respuesta que los programas sociales en Chile tuvieron que dar para continuar apoyando a las familias en medio de la pandemia ocasionada por la COVID-19 representó una oportunidad para acelerar la incorporación de las tecnologías digitales en las metodologías de capacitación y acompañamiento a las personas. Este es el caso del Programa de Educación Financiera del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS), creado en 2012 como parte de las políticas públicas orientadas a contribuir al cierre de brechas ecónomicas que afectan a las personas que viven en situación de pobreza.
Durante diez años el programa benefició a más de 34.000 personas, en su mayoría mujeres de todas las regiones de Chile. En 2020, con el inicio de la pandemia y las medidas de confinamiento, el programa no pudo ser implementado. En medio de la crisis sanitaria, económica y social, continuar apoyando a las mujeres para que tomen decisiones financieras informadas es un asunto vital. Resultados de una evaluación realizada en 2020 a usuarias del FOSIS muestran datos alarmantes acerca del deterioro de la salud financiera de las mujeres. Más de la mitad se hallaban endeudadas y habían llegado a dicha situación principalmente para cubrir necesidades cotidianas, como alimentos y elementos de aseo. A esto se suma el limitado acceso a productos de ahorro e inversión, lo que las hace más vulnerables al tener que afrontar shocks financieros. Atendiendo a este desafío, el FOSIS, el Instituto de Estudios Peruanos y Satori, Gestión Territorial firmaron en 2021 un acuerdo de Cooperación Técnica para idear, diseñar e implementar un piloto de capacitación a través de tecnologías digitales y virtuales de acompañamiento en educación financiera.
El piloto, dirigido a mujeres que forman parte del sistema de protección social del Estado de Chile, buscó documentar los aprendizajes con la finalidad de avanzar hacia la transformación digital del Programa de Educación Financiera y de otros programas sociales del FOSIS. Si bien la digitalización ofrece el potencial de llegar a más personas rápidamente, la experiencia del piloto destaca la importancia de mantener el enfoque en las personas —y sus necesidades de formación financieras y digitales— en el centro de la implementación, y no solo en la cantidad de personas a las que se podría atender. Por lo tanto, se identifican como elementos clave del piloto para avanzar hacia la transformación digital del programa los siguientes cuestionamientos que se deben resolver en el momento del diseño:
1. ¿Qué sabemos de las usuarias y de la operación del programa? Utilizar la evidencia previamente construida a partir de evaluaciones de resultados y de procesos.
2. ¿Qué queremos que suceda? Centrar el diseño en las necesidades de las mujeres, tanto financieras como digitales.
3. ¿Cuál es el vehículo más útil y funcional? Definir el conjunto de herramientas metodológicas (digitales y virtuales) más apropiadas para las mujeres.
El proceso de capacitación se llevó a cabo de agosto a diciembre de 2021 con 519 mujeres participantes de tres regiones de Chile y arrojó resultados positivos. El 86 % de las usuarias completaron todos los módulos, el 63 % dentro del periodo planificado de veinte días. Las participantes aumentaron un 40 % en el índice de capacidades financieras en comparación con la encuesta de línea base. Este documento resume el proceso de ideación, diseño e implementación del piloto, los principales resultados y el camino recorrido, con el objetivo de comprender en qué medida la incorporación de herramientas digitales facilitan (o no) el accionar de los programas y las lecciones aprendidas y desafíos para avanzar hacia el fortalecimiento de las capacidades financieras de las mujeres.
Los aprendizajes de la implementación del piloto hacen parte también del diálogo “Una Llamada a la Acción desde el Sur Global para escalar el impacto en la innovación y la investigación ”, para aprender de las experiencias de escalamiento y cómo los donantes y las agencias de desarrollo pueden apoyar mejor este tipo de esfuerzos. Finalmente, los resultados acá presentados fueron posibles gracias al trabajo de investigación e incidencia que por décadas realizó durante su vida la maestra, la Dra. Marianela del Carmen Denegri Coria. A ella, y al equipo que lideró en el Centro de Excelencia en Psicología Económica y del Consumo en la Universidad de La Frontera, le debemos muchas de las transformaciones sociales necesarias para lograr un Chile y una América Latina con más justicia social.