Inclusión financiera en Europa y Asia Central
La inclusión financiera en Europa y Asia Central creció a un ritmo impresionante entre 2011 y 2021, pasando del 44% de adultos con una cuenta financiera (excluyendo economías de ingresos altos) al 78%, según la Base de Datos Global Findex 2025 del Banco Mundial. Sin embargo, desde entonces el progreso se ha estancado, ya que la tenencia de cuentas se ha mantenido en 78%, ubicando a la región en segundo lugar después de Asia Oriental y el Pacífico, y empatada con Asia Meridional. Dentro de la región, Ucrania presenta el nivel más alto de tenencia de cuentas con un 88%, seguida de cerca por Kazajistán con un 87%. Los niveles más bajos se encuentran en Albania (46%) y Tayikistán (55%).
El uso de pagos digitales en la región ha aumentado más de 25 puntos porcentuales en la última década, alcanzando al 69% de los adultos en 2024, por encima del promedio de los países de ingresos bajos y medios.
Brecha de género en la inclusión financiera
Aunque la inclusión financiera de las mujeres en Europa y Asia Central ha aumentado más de 17 puntos porcentuales en los últimos diez años, la brecha de género se ha ampliado, ya que los hombres han superado a las mujeres en la apertura de cuentas. Actualmente, los hombres tienen 8 puntos porcentuales más de probabilidad que las mujeres de tener una cuenta en la región, y 15 puntos más de probabilidad de usar pagos digitales.
Turquía presenta la mayor brecha de género en la región en cuanto a tenencia de cuentas, con 20 puntos porcentuales, seguida de Tayikistán con 16 puntos, lo que indica la necesidad de políticas e intervenciones específicas en estos países para mejorar el acceso de las mujeres a los servicios financieros. Las brechas más bajas se encuentran en República Kirguisa, Moldavia y Uzbekistán, cada uno con una diferencia de solo 2 puntos porcentuales. Curiosamente, la brecha de género en Uzbekistán va en dirección contraria a la mayoría de los países, ya que las mujeres poseen más cuentas que los hombres. Georgia es otro país de la región donde la brecha favorece a las mujeres, con una diferencia de 5 puntos porcentuales.
Para explorar el vínculo entre el acceso a servicios financieros y el empoderamiento económico de las mujeres, consulta el Impact Pathfinder de CGAP, que sintetiza décadas de investigación sobre este tema. También puedes unirte a FinEquity, una comunidad de práctica convocada por CGAP para empoderar a las mujeres a través de la inclusión financiera.
Resiliencia financiera
A pesar de tener niveles de tenencia de cuentas superiores al promedio en comparación con otros países de ingresos bajos y medios, la resiliencia financiera en la región es relativamente baja. Solo el 24% de los adultos reportó que su hogar podría cubrir gastos por más de dos meses si perdiera su fuente principal de ingresos, y el 47% dijo que solo podría mantenerse por un mes o menos.
La región tiene la menor exposición a desastres naturales en comparación con otras regiones de ingresos bajos y medios; solo el 13% de los adultos reportó haber experimentado uno en los últimos tres años, y un porcentaje mucho menor perdió ingresos (3%) o propiedades (3%) como consecuencia.
Sin embargo, los choques financieros pueden presentarse de muchas formas, y el bajo nivel de resiliencia financiera en la región es una señal de alerta para los responsables de políticas públicas, quienes deben fortalecer las redes de protección social y mejorar el acceso a seguros y productos de ahorro. Para explorar el vínculo entre el acceso a servicios financieros y la resiliencia climática, consulta el Impact Pathfinder de CGAP, que sintetiza décadas de investigación sobre este tema.