Inclusión financiera: Una visión global

La edición 2021 de Global Findex, la base de datos global del Banco Mundial que monitorea la inclusión financiera, muestra un progreso significativo en la inclusión financiera en los últimos 10 años. En la actualidad, el 76% de la población adulta del mundo tiene acceso a una cuenta en una institución financiera o un proveedor de dinero móvil,  frente al 51% en 2011. Las economías en desarrollo han experimentado un progreso notable: el 71% de la población adulta tiene una cuenta, un aumento de 30 puntos porcentuales en la última década.

La adopción generalizada de servicios financieros digitales durante el COVID-19 desempeñó un papel importante en el progreso de la inclusión financiera. Según Global Findex 2021 casi dos tercios de los adultos realizaron o recibieron pagos digitales, incluidas transferencias gubernamentales, remesas y pagos de facturas, en el último año, un aumento de 20 puntos porcentuales desde 2014. La pandemia mundial de COVID-19 también condujo a un aumento en las transacciones digitales comerciales en las economías en desarrollo, llegando a un 37% de adultos que realizó pagos digitales a comercios minoristas. Casi uno de cada cuatro de estos adultos lo hizo por primera vez durante la pandemia.

Brecha de género en la inclusión financiera

Otra tendencia positiva en la inclusión financiera es la reducción de la brecha de género en la titularidad de cuentas, que es ahora de 4 puntos porcentuales a nivel mundial, frente a los 7 puntos porcentuales de 2017: el 78% de los hombres adultos del mundo tiene una cuenta en comparación con el 74% de las mujeres adultas.  En las economías en desarrollo, la brecha de género disminuyó de 9 puntos porcentuales, donde se había mantenido durante muchos años, a 6 puntos porcentuales.

Sin embargo, a pesar del progreso general, la brecha de género sigue siendo alta en algunas regiones. En África Subsahariana y Oriente Medio y África del Norte, la diferencia en la titularidad de cuentas entre mujeres y hombres adultos es de al menos 12 puntos porcentuales, el doble del promedio para las economías en desarrollo. La brecha de género también varía significativamente entre países dentro de la misma región. Por ejemplo, en Mozambique y Nigeria, la brecha de género es de 22 y 20 puntos porcentuales, respectivamente, mientras que en Uganda, la brecha de género es tan solo 2 puntos porcentuales.

Resiliencia financiera

La resiliencia financiera es esencial para superar reveses financieros inesperados, tales como la pérdida repentina de empleo o gastos imprevistos. Aunque varios factores, tales como las políticas gubernamentales, las redes de protección social  y las normas culturales, influyen en la resiliencia financiera, el acceso a los servicios financieros formales puede contribuir a ella. Sin embargo, muchas personas, en particular las que viven en la pobreza, las mujeres y las personas con niveles educativos más bajos, tienen un acceso limitado a los servicios financieros formales, lo cual las hace vulnerables durante las emergencias financieras.

El informe Global Findex 2021 destaca que los ahorros formales son la fuente más confiable de fondos de emergencia. Sin embargo, el 30% de los adultos en las economías en desarrollo dependen de fuentes informales, tales como amigos y familiares, para obtener fondos de emergencia. El informe también indica que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener dificultades para acceder a fondos de emergencia. El 50% de las mujeres en las economías en desarrollo informaron que podían obtener fondos de emergencia dentro de los 30 días sin ninguna dificultad, en comparación con el 59% de los hombres. Asimismo, entre quienes dependen de la familia como fuente principal de dinero de emergencia, al 50% de las mujeres les resultó muy difícil obtener fondos de emergencia, en comparación con el 44% de los hombres.